Capítulo 16

Era tan... especial.
Separé mis labios de los suyos y miré al suelo mientras él me acariciaba la cara. Sus suaves manos recorrieron primero mi rostro, despacio, bajaron después por mis hombros y finalmente acariciaron mis brazos mientras un leve escalofrío invadía mi cuerpo. Entrelazamos nuestros dedos y yo apoyé mi cabeza sobre su pecho. Tan romántico, tan perfecto... era como un sueño. Todas las chicas desean esto: un beso especial, con sus caricias, con cariño, pero prácticamente ninguna lo consigue: apenas obtiene un beso brusco, mientras la lengua de su pareja le atraviesa de lado a lado la garganta y sus manos agarran fuertemente su trasero.
Pero mi momento no era así. Sentía... que había ganado. El beso que Vero siempre quiso tener y jamás tuvo lo había vivido yo. Ella tenía que conformarse con Álvaro, que sí, era guapo y muy simpático, pero que jamás llegaría a ser como Hugo. Seguramente mi vida cambiaría, todo el mundo querría estar en mi lugar.
Volví al mundo real. Separé mis manos de las de Hugo y me aparté, quería verle la cara. Esa tarde estaba guapísimo: llevaba el pelo de punta y una camiseta verde, ajustada. Sus ojos grises reflejaban toda la belleza que también tenía en su interior.
- ¿Nos vamos?- dije yo, percatándome de que Vero nos observaba desde la ventana de su cuarto, aún con lágrimas en los ojos.
- Donde y cuando tú quieras. - contestó él, sonriendo.
Me acercó al él y me agarró de la cintura mientras yo, con mi mano izquierda, me apoyaba en su hombro acariciándole el cuello y, con mi mano derecha, levantaba el tercer dedo en dirección a Vero que, al verlo, gritó y de nuevo golpeó la pared.

Cambio de Día

¡Noticias! Cambio de día.
A partir de ahora escribiré los domingos.
¡Gracias por aguantar todo este desbarajuste y... recomendadlo!

Capítulo 15

- ¿A las 6 y media?
- Sí, ¿puedes?
- Claro, claro.
- ¿Con quien hablas, Ester?
- Con nadie, ya cuelgo.
Vero se acercó a mí con una mirada perversa y varios libros en la mano.
- ¿Qué hacías? ¿Tú no sabes lo que nos van a cobrar por el teléfono?
- ¡Lo siento! ¡Era importante!
- ¿Importante? Llevas casi cuatro horas hablando con Hugo por mi teléfono.-y remarcó la palabra "mí".- En serio, a mi madre se le pueden cruzar los cables y echarte de casa. Además, ¿para qué vas a hablar tanto si luego no me lo cuentas?- y cambió su semblante enfadadísimo por una sonrisilla picarona.
- Hemos quedado.
- ¿Que habéis quedado? Ester, llevabas casi tres semanas sin pensar en él. ¿Por qué lo haces ahora?- no contesté. Dejé el teléfono en la mesilla de noche, me volví hacia el espejo y empecé a atusarme el pelo mientras veía el reflejo de Vero. - Espera, ¿cuándo habéis quedado?
- Esta tarde.
- ¿Esta tarde?- Vero arrojó los libros al suelo, y me dio la vuelta para mirarme a la cara.- Habíamos quedado tú y yo. Nuestra salida de amigas, sólo tú y yo. Si Álvaro, sin Hugo.
Hubo silencio. No quise hablar. Sólo me mantenía mirando fijamente sus ojos verdosos reflejantes de ira. Me volví al espejo y recogí mi cabello en una simple pero bonita coleta.
- No voy a perder la oportunidad.- me aparté del espejo y me dirigí hacia el armario mientras mi supuesta mejor amiga me seguía con la mirada; una vez allí, cogí la falda más corta y la camiseta más verde que encontré.
- ¿Qué oportunidad? ¿La de estar con un chico que te está arruinando la vida sin que te des cuenta?- el tono de voz de Vero aumentaba por cada palabra que decía. Yo, sin inmutarme demasiado, me vestí, me calcé y abrí la puerta con intención de irme hacia la calle.
- Me voy, Vero. Te veo luego.
- Has cambiado.
Miró hacia abajo, yo salí y cerré la puerta detrás mía. A continuación, un horrible sonido sacudió toda la casa. No me preocupé. Era Vero golpeando la pared. Tras esa dulce cara angelical se escondía una gran bestia que, al mínimo contratiempo, golpeaba lo que o el que estuviera delante suyo.
Hugo me esperaba en la puerta del jardín, apoyado pacíficamente en la verja que rodeaba la casa. Al verme, hizo un gesto preguntándome por el estruendo del interior. Yo sólo me limité a responder: - Es una amargada.
Sonreí, sonrió. Me agarró de la cintura, me apoyé sobre sus hombros.
- ¿Quieres que te bese?- preguntó.
Pero yo le besé primero.

¡NOTICIA!

¡Reanudo el blog el jueves 19 de noviembre!
Voy a darle una segunda oportunidad al blog, publicaré el capítulo 15 (si nada lo impide) el jueves 19 de noviembre. Puede que a partir de entonces haga un cambio de días, pero eso ya se sabrá en su momento.
¡Gracias por vuestro apoyo! =D

Volver al inicio Volver arriba Sólo por ti. Theme ligneous by pure-essence.net. Bloggerized by Chica Blogger.