María no apareció en toda la noche, así que yo me fui muy pronto a casa a recapacitar. Esperaba que Cespe no hubiese pensado nada equivocado pero, desde luego, la cara de sorpresa que había puesto decía bastante.
Eran al rededor de las dos de la mañana. No tenía sueño, sólo podía darle vueltas a la cabeza. ¿Dónde estaba María? ¿La habría pasado algo malo? Seguro, si no, no me habría abandonado en un día tan importante. Entonces, entre pensamiento y pensamiento, mi móvil empezó a sonar escandalosamente. En seguida corrí a silenciarlo, ya que mis padres estaban dormidos y me matarían si me descubrieran despierta. Era un mensaje, concretamente de Cespe. Mi corazón quería escaparse, empezó a latir fuertemente. Tenía miedo, pero debía leerlo: "Conéctate al chat".
¿"Conéctate al chat"? ¡Rancio! ¡Soso! ¡Cutre! ¿Ha gastado quince céntimos de saldo y casi me mata de un infarto para decirme que me conecte al chat? Pero no le iba a dejar con las ganas al pobre chaval, así que encendí el ordenador y ahí estaba, esperándome conectado.
- Tengo que hablar de algo importante. Creo que podré confiar en ti.- escribió mientras yo silenciaba los altavoces del ordenador.
- Dime. Sabes que puedes contarme cualquier cosa.- claro, cualquier cosa que no sea sobre mi incómoda situación en Carnaval.
- Verás. Me gusta mucho una persona.
- Sí, claro. Tienes el mismo problema que aquél amigo que me contaste.- escribí entre risas recordando la vez que me pidió consejo para "su amigo".
- Bueno, el caso es que hablo poco con esa persona, sólo por chat o alguna que otra vez que nos encontremos por la calle.
- ¿Conozco a esa persona?
- Sí, sí. La conoces de sobra.- ¡Já! Yo... seguro que soy yo...- Por eso te pido consejo, porque sé que acertarás.
- Y, ¿cómo es?
- Inteligente, divertido, guapo... Es la persona perfecta.- estaba claro a quién estaba describiendo... ¡a mí!- Pero no sé que hacer, porque últimamente esa persona ha estado con gente que no se parece nada a mí. ¡Está tan fuera de mi mundo!
- Y, a pesar de que esa persona haya cometido errores... como en una fiesta de Carnaval, parece que no te importa.
- ¿Errores? ¿En Carnaval? - ¡Mierda!¿No soy yo?- No, no. Si ya te digo que le veo muy poco.
- Espera, espera... En vez de andarnos con rodeos, dime quién es y así especifico más mis consejos.
- ¿Realmente quieres saberlo? Nadie sabe quién es esa persona. Creo que podrías asustarte.
- ¡Dímelo! ¡Puedes confiar plenamente en mí!- además, así se ahorra el mal trago de tener que declararse en mi cara.
- Bueno, él es Hugo.
¿Cómo? ¿Qué? ¿Hugo? ¿Cespe?
- Tengo que irme a dormir. Mañana hablamos.- me despedí y me desconecté. No podía creerlo.
Eran al rededor de las dos de la mañana. No tenía sueño, sólo podía darle vueltas a la cabeza. ¿Dónde estaba María? ¿La habría pasado algo malo? Seguro, si no, no me habría abandonado en un día tan importante. Entonces, entre pensamiento y pensamiento, mi móvil empezó a sonar escandalosamente. En seguida corrí a silenciarlo, ya que mis padres estaban dormidos y me matarían si me descubrieran despierta. Era un mensaje, concretamente de Cespe. Mi corazón quería escaparse, empezó a latir fuertemente. Tenía miedo, pero debía leerlo: "Conéctate al chat".
¿"Conéctate al chat"? ¡Rancio! ¡Soso! ¡Cutre! ¿Ha gastado quince céntimos de saldo y casi me mata de un infarto para decirme que me conecte al chat? Pero no le iba a dejar con las ganas al pobre chaval, así que encendí el ordenador y ahí estaba, esperándome conectado.
- Tengo que hablar de algo importante. Creo que podré confiar en ti.- escribió mientras yo silenciaba los altavoces del ordenador.
- Dime. Sabes que puedes contarme cualquier cosa.- claro, cualquier cosa que no sea sobre mi incómoda situación en Carnaval.
- Verás. Me gusta mucho una persona.
- Sí, claro. Tienes el mismo problema que aquél amigo que me contaste.- escribí entre risas recordando la vez que me pidió consejo para "su amigo".
- Bueno, el caso es que hablo poco con esa persona, sólo por chat o alguna que otra vez que nos encontremos por la calle.
- ¿Conozco a esa persona?
- Sí, sí. La conoces de sobra.- ¡Já! Yo... seguro que soy yo...- Por eso te pido consejo, porque sé que acertarás.
- Y, ¿cómo es?
- Inteligente, divertido, guapo... Es la persona perfecta.- estaba claro a quién estaba describiendo... ¡a mí!- Pero no sé que hacer, porque últimamente esa persona ha estado con gente que no se parece nada a mí. ¡Está tan fuera de mi mundo!
- Y, a pesar de que esa persona haya cometido errores... como en una fiesta de Carnaval, parece que no te importa.
- ¿Errores? ¿En Carnaval? - ¡Mierda!¿No soy yo?- No, no. Si ya te digo que le veo muy poco.
- Espera, espera... En vez de andarnos con rodeos, dime quién es y así especifico más mis consejos.
- ¿Realmente quieres saberlo? Nadie sabe quién es esa persona. Creo que podrías asustarte.
- ¡Dímelo! ¡Puedes confiar plenamente en mí!- además, así se ahorra el mal trago de tener que declararse en mi cara.
- Bueno, él es Hugo.
¿Cómo? ¿Qué? ¿Hugo? ¿Cespe?
- Tengo que irme a dormir. Mañana hablamos.- me despedí y me desconecté. No podía creerlo.
4 comentarios:
guau me e quedado con la boca abierta q fuerteeeeeeeeeeeeeee
q fuerteee! no me lo esperabaaa para nada! ya quiero leer el siguiente capituloo ^^
*recojo mi mandibula de suelo* Cespe, gay???? O.O OMG!! espero el sig. caaap!! O.O
esq si y yo crei q a el le gustaba ester
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